Hace mucho tiempo, vivía en una floresta un búfalo salvaje. Era asustador por fuera, pero bondadoso por dentro. En esta misma floresta vivía un mono travieso que irritaba al Búfalo todos los días con sus bromas de mal gusto; le molestaba cuando él estaba haciendo una siesta, tapaba sus ojos para que él resbalase y cayera, le estorbaba a posta mientras él comía….
(Autor desconocido)
El Búfalo soportaba con paciencia todas estas bromas. Nunca le hacía daño al monito, ni le asustaba. Un día, un Espirito de la floresta fue testigo de las travesuras del mono y estaba muy enfadado con esto.
- Oh Gran Búfalo, ¿Por qué aguanta a este mono tonto? ¿Le tienes miedo? ¡Incluso los leones y los elefantes temen tu furia! Con tus cascos, tú podrías hacerle añicos.
- Espirito de la floresta – contestó el Búfalo – la rabia nunca trae felicidad. El mono me hace un gran favor dándome la oportunidad de ejercitar la paciencia ¡Cómo me siento bien siendo paciente! La rabia no hiere mi corazón y yo no hiero a nadie.
- Pero si no le das una lección a este travieso, sus bromas empeoraran – replicó.
- Es mejor ser paciente, amigo, puesto, quien lo sabe, esto despierte buenos sentimientos en el mono. Aunque sea travieso, tiene buen corazón. Aprendía a ser paciente pensando en el mono. Tarde o temprano, su forma de ser le traerá problemas. Él hará una broma con alguien que no tiene paciencia, que le devolverá la broma hecha, pudiendo incluso pegarle ¡Pobre mono! ¡Como debe ser solitario! Ningún animal le quiere cerca, ya que él solo utiliza sus malas calidades y no las buenas; aplica todo su ingenio en bromas inconvenientes. No deseo causar a él más infelicidad.
El mono, que estaba escondido en un árbol escuchando la conversación, se acercó al Búfalo y dijo:
- ¡Yo no sabía que tenía un amigo tan bueno! ¡Ni tan siquiera sabía que tenía amigos! ¡Cómo eres bondadoso y paciente conmigo! Por favor, perdóname por las bromas de mal gusto.
Si considerares a todos los seres como tus amigos, bromas y provocaciones no podrán hacer ningún mal, puesto que tu corazón estará protegido por la paciencia, y la paciencia funcionará como mágica.
Traducción: Carolina Teles - Barcelona/Espanha