El Evangelio en el Hogar es un momento en que la familia se reúne para orar, entender y conversar acerca de las enseñanzas del Cristo. Se debe pre-determinar día y hora en la semana para su realización, a fin de que la espiritualidad auxilie y ampare. Todos son invitados a participar, inclusive los visitantes en el hogar.
La inclusión de los niños es importante y necesaria, los adultos deben encontrar actividades que ellas puedan realizar, como la oración o la lectura de pequeños trechos, irradiaciones. También se puede utilizar pequeñas historias infantiles, de cuño evangélico, a fin de que las crías participen y comprendan el mensaje.
Es importante explicar para a los niños lo que es el Evangelio en el Hogar, aquellas personas que todavía no saben o recuerdan solo cuando es necesario, les haremos notar que vamos a tener la visita de alguien muy importante aquella noche y que dormirá con nosotros, Jesús nuestro amigo y hermano de todas las horas, además de los amigos espirituales que nos acompañan y orientan en ese momento.
Realizar el Evangelio en el Hogar trae innúmeros beneficios como: elevar la vibración mental de los participantes, conocer y recordar las lecciones de paz, amor y caridad que Jesús nos enseñó, reunir la familia, abrir las puertas del hogar para las bendiciones, fortalecer y esclarecer encarnados y desencarnados para enfrentar las dificultades materiales y espirituales, manteniendo activos los principios de la oración y de la vigilancia.
Su realización debe iniciar con una oración, a fin de armonizar a los participantes. Luego, es realizada la lectura de un pequeño fragmento del libro "El Evangelio Según el Espiritismo", abierto al azar o en la secuencia que está siendo estudiado, sin olvidar los libros infantiles cuando fuere necesario. Justo después que, los participantes hacen comentarios acerca de lo que fue estudiado, cada uno explica lo que entendió de manera breve y simple.
Después, son hechas las vibraciones. Vibrar es donar amor, paz, salud, buenos fluidos para los familiares, amigos, enfermos, para el prójimo. Se puede vibrar también por fraternidad y paz para toda la humanidad, por perdón y unión entre las personas, por la implantación del Evangelio en los hogares, bien como por motivos sugeridos por los participantes. Al final, alguien hace una oración de cierre. La duración del Evangelio en el Hogar no debe sobrepasar treinta minutos.
Durante el Evangelio no es el momento adecuado para desarrollar facultades mediumnicas, pues ellas deben ser orientadas en un Centro Espírita. Se puede, sin embargo, poner un recipiente con agua que será magnetizada por la espiritualidad durante la reunión y bebida al final por los participantes.
El Evangelio en el Hogar es un momento de estudio, oración y paz. No debe poseer rituales, velas, inciensos o ropas especiales. Son, sin embargo, presencia importante el amor, la intención de aprender y la consciencia de que es una ocasión de oración, cuando hay la ayuda de los amigos espirituales para el mejor entendimiento de las enseñanzas del Maestro Jesús.
El Evangelio en el Hogar es fuente de aprendizaje y crecimiento espiritual y, por el ejercicio de las enseñanzas del Cristo, haremos nuestra reforma íntima, contribuyendo para la transformación del planeta Tierra en un mundo mejor y más feliz.