Oración inicial
Primer momento: vendar, suavemente, los ojos de todos los evangelizandos o solicitar que cierren los ojos. Hacer ruido con una sineta o una pequeña campana, poner una música con sonidos de pájaros y de agua. Siempre de ojos cerrados, preguntar ¿qué sonido él está oyendo? Hacer cada uno oler un jabón y una manzana. Dar para cada niño una pitada de sal y después una de azúcar para que prueben. ¿Qué olores eran? ¿Cómo han identificado el olor de la manzana y del jabón? ¿Es bueno o no? ¿Cuáles los gustos que han sentido? ¿Eran buenos o malos? Hacer con que los niños perciban que han identificado los sonidos, los gustos, los objetos a través de los sentidos.
Según momentoo: llevar una caja grande envuelta como para regalo, dentro deberá tener un espejo, dejar la caja en un rincón de la clase y poner una música suave para tocar. Solicitar que los niños, en orden, uno a la vez, vayan hasta la caja, abran los ojos y miren lo que hay adentro, que se sienten después en sus sitios y no digan nada de lo que han visto. El evangelizador deberá buscar mantener un clima de armonía en la clase.
Tercer momento: preguntar lo que nos posibilita ver las cosas a nuestro alrededor, sentir los gustos y los olores, cambiarnos de lugar en la clase, oír música, hablar, estudiar, jugar. Preguntar ¿lo qué han visto en la caja? Charlar a respeto de las respuestas. ¿Cuál el regalo que Dios nos da, en cada encarnación para que evolucionemos? El cuerpo físico.
Dios nos ha dado de regalo un cuerpo material. Explicar que somos Espíritus, pero que recibimos un cuerpo como instrumento de progreso, mientras estamos en la Tierra.
Cuarto momento: entregar el texto El cuerpo – regalo de Dios para pegar en el cuaderno. Leer el texto y comentar.
Quinto momento: actividad. Haz clic aquí para ver sugerencia de actividad. Tras la conclusión de la actividad, el evangelizador deberá leer las preguntas, para que los evangelizandos puedan entender bien, siendo necesario que ellos contesten.
Sexto momento: establecer un diálogo con los evangelizandos a respeto de los cuestionamientos abajo.
- ¿Ustedes sabían que Jesús ayudó mucho con su cuerpo físico, nuestro planeta cuando estuvo en la Tierra? ¿Saben de qué manera?
Curaba con las manos, abrazaba, hablaba palabras de cariño, contaba historias (parábolas), hacia sermones (predicaciones/palestras), oía aquellos que estaban aflictos, miraba a todos los seres de la creación con mucho amor y respeto, caminaba grandes distancias a pie, llevando su Evangelio a muchas personas.
- ¿Cómo los niños pueden cooperar utilizando su cuerpo para que nuestro planeta sea más feliz?
Haciendo las mismas cosas que Jesús ha hecho. No podemos curar con nuestras manos como Jesús curaba, pero podemos transmitir buenas energías a través de ellas y hacer todas las demás cosas buenas que Jesús hacía con su cuerpo: hablar, escuchar, abrazar. Podemos, también, leer buenos libros, hacer ejercicios, estudiar, hacer oraciones, cuidar de la naturaleza, ayudar en casa, en la escuela y en la evangelización. Repasar lo que aprendemos en las clases de evangelización a otros niños e invitarles a participar.
Séptimo momento: hacer un cartel con frases y dibujos de cosas que los niños pueden hacer para ayudar en la evolución de nuestro planeta. Distribuir tiritas coloreadas para que los evangelizandos escriban las frases.
Sugerencia para escribir en el cartel: ¿Vos sabes que Jesús ayudó mucho con su cuerpo físico nuestro planeta cuando estuvo en la Tierra? Los niños también pueden ayudar utilizando su cuerpo físico, veamos algunas sugerencias:
Oración de cierre
Sugerencia: primer y según ciclos.
Evangelizadoras: Camila, Emanuelle y Juliana – Centro Espírita Caminho da Prece.
Traducción: Pâmela Martins.
