Oración inicial
Primer momento: pedir que los evangelizandos hagan, en el cuaderno, un acróstico con su propio nombre, poniendo en él las virtudes que poseen. Enseguida, entregar pequeños papeles coloreados para que los evangelizandos escriban una imperfección que posean. Distribuir pequeños sobres para que guarden el papel coloreado (donde han escrito la imperfección). No es necesario mostrar/decir lo que escribió.
Según momento: explicar que todos nosotros tenemos muchas cualidades, pero que también tenemos defectos que debemos esforzarnos para cambiar en virtudes. Virtud, según el diccionario Aurélio significa “disposición firme y constante para la práctica del bien. Buena cualidad moral; fuerza moral; valor”.
Tercer momento: con la ayuda de dos evangelizandos, definir autoconocimiento y auto aceptación.
Autoconocimiento – conocimiento de si mismo, saber lo que le gusta o no le gusta a uno mismo, lo que desea de la vida, que cosas son importantes, cuales nuestros sentimientos delante de ciertos hechos (ej.: cuando nuestros padres nos llamaban la atención, cuando alguien no está de acuerdo con nuestra opinión, cuando recibimos una noticia triste/alegre, cuando somos provocados).
Auto aceptación – reconocer los errores y los aciertos, respetando a si propio como un Espíritu en evolución; no revolcarse o quedarse triste porque aún no tiene las buenas virtudes que le gustaría; aceptar el proprio cuerpo físico (color del pelo, altura, peso, el cambio de la voz, las alteraciones físicas que ocurren en la adolescencia). Acordar que auto aceptación no debe significar acomodación o indignación, pero una actitud positiva de conocerse y cambiar para mejor. Además de eso, la auto aceptación fortalece la paciencia y la fe, ayudándonos a vivir en armonía con uno mismo y con los otros.
Cuarto momento: preguntar si conocen de quien es la frase “Conócete a ti mismo”. La frase (que puede ser escrita en la pizarra o en un cartel) es atribuida a Sócrates, un filósofo que creía en la rencarnación y que ha vivido 470 años antes de Jesús.
Subsídios al evangelizador: El Evangelio Según el Espiritismo, Introducción, ítem IV.
Quinto momento: preguntar si conocen algún método para que se auto conozcan. Hablar sobre la cuestión 919 de El Libro de los Espíritus. ¿Por qué Santo Agostinho sugiere hacer un autoanálisis todas las noches? Con la finalidad de transformarse, de mejorarse, de no cometer el mismo error más de una vez, para verificar si las actitudes lastiman a alguien, a fin de pedir perdón y no hacer nuevamente, bien como analizar bien lo que realizó.
Sexto momento: charlar sobre actitudes relacionadas al día a día de los niños, incentivando los evangelizandos a donaren ejemplos. El evangelizador puede complementar: pensamientos, palabras dictas, manera como realizo las tareas en casa y en la escuela (con buena voluntad o no), si ha sido educado, ha obedecido a los padres y a los profesores, si ha peleado con el hermano o con los amigos, si ha mentido, y otras situaciones que el evangelizador, conociendo la realidad de los niños, puede incluir.
Séptimo momento: solicitar que tomen el papel con la imperfección que escribieron y escriban una frase con la virtud que necesitan desarrollar para superar la imperfección, guarden en el sobre y peguen. El evangelizador podrá distribuir un imán que deberá ser pegado detrás del sobre. Solicitar que pongan en un lugar visible para que, pasado algún tempo, puedan hacer un análisis si realmente han mejorado. Concluir el tema acordando que la reforma íntima (superación de las imperfecciones, cambiándolas en virtudes) es una tarea individual y un compromiso consigo mismo, y que nadie puede hacer por el otro. Pero que a la medida que vamos analizando nuestros pensamientos y actitudes, con la finalidad de errar menos y evolucionar, seremos más felices. Por ejemplo: quien suele hablar mal de los otros debe aprender a ver los puntos positivos en sus compañeros de jornada; aquél que suele reclamar, debe esforzarse para agradecer todo lo que tiene y reclamar menos; quien suele mentir, debe determinarse a hablar siempre la verdad.
Octavo momento: sugerencias de actividades.
1 - Distribuir el cuestionario Test de Personalidad para que ellos contesten, aprendiendo a conocerse mejor.
2 - Distribuir hojas para que dibujen una remera y escriban en ella una cualidad que tengan. Si a la pandilla le gusta dibujar, cada evangelizando puede auto dibujarse en la remera. Otra idea es ornar la remera, volviéndola coloreada, y escribiendo en ella algo de positivo, empezando la frase con: Yo soy... Yo soy estudioso. Yo soy inteligente. Yo soy espírita. Yo soy una persona macanuda.
3 - Pegar en las espaldas de cada evangelizando un dibujo de una remera (el contorno representando la remera). También puede ser utilizado un corazón como modelo. Poner una música agradable y tranquila, solicitando que ellos escriban en la remera/corazón de los compañeros virtudes que consideran importantes de ser desarrolladas por todos. Posteriormente se puede charlar sobre lo que escribieron.
Oración de cierre
Sugerencia: tercer ciclo.
Traducción: Pâmela Martins.